BESO

Beso a un beso

Al besar, besamos un instante albino

Tras el beso, un amargo infinito frunce nuestras comisuras

Antes de volver a besar, un grano de inmortalidad acecha nuestras miradas.

Con la saliva de cada beso se puede edificar un limbo, con la imaginación, un campo de mostaza y, con el amor, un estanque de lágrimas.