El leñador observaba aquel engendro con curiosidad. Comenzó a reír a la vez que sufría un ataque de hipo, se tambaleó, y cayó sentado sobre el suelo levantando una nube de polvo. Las lágrimas se escapaban de sus ojos dejando surcos en la tierra que tenía adherida a las mejillas.
Lo habían contratado para talar ese único ejemplar, le pagarían lo que el ganaba en un año, ¡solo por un árbol!.
Trató de calmarse. Poco a poco fue recuperando el aliento. Probó a levantarse del suelo pero el mundo giraba muy deprisa, perdió el equilibrio y volvió a caer. Había bebido demasiado, pero no era para menos, ¡tenía que celebrarlo!, además lo invitaron los mismos que lo contrataron una asociación de vecinos o algo asÌ.
- Asociación de paletos- rumió el leñador por lo bajo, mientras volvía a reÌr.
Se acercó hasta el hacha andando a cuatro patas.
"Todavía no te han dado el dinero, así que levanta tu culo del suelo y derriba el puñetero árbol antes de que te ahogues en tu propio vómito borracho holgazán"
Kattie, su esposa, hablaba desde algún rincón de su aletargado cerebro.
Utilizando el hacha como un bastón logró incorporarse, trato de dar un paso adelante y vaciló.
Cogió un puñado de tierra y empolvó sus manos. Sujetó el hacha con fuerzas y se dirigió al árbol.
Algo se movió en los arbustos que lo rodeaban, se giró nervioso, observó a su alrededor, trato de enfocar su mirada pero le era imposible, el mundo era un carrusel de objetos duplicados, todo giraba.

Oye, qué interesante! Me estoy enganchando :P
Tienes una gran capacidad para describir ambientes, es lo que más me gusta de las historias que has subido