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–¿Y qué ocurrió?
Se detuvo un momento, ensimismada en sus pensamientos.
–Cuidé de la hoja, pero acabó secándose–respondió.
–¿Desapareció como los demás?
Sonrió levemente.
–Sí. No en vano era una hoja desprendida de un árbol. No podía vivir mucho tiempo sin los nutrientes necesarios.
Rachel se levantó de su sillón de cuero. Los volantes de su vestido rojizo cayeron con el movimiento de sus rodillas, mientras el fuego de la chimenea se reflejaba veraz en sus pupilas. Parecía que incineraba todo cuanto estaba a su paso con ellos; desde la caja de madera de la mesa del salón, donde guardaba tres pequeñas pertenencias, hasta el primer y último cuadro que pintó, también conocido como “La floresta del sentimiento”.
Permaneció unos momentos observándolos y seguidamente se acercó a mí.
–No debes seguir mi ejemplo –me dijo–. No te culpes como yo. No pienses que puedes salvar lo que está destinado a perecer. Lo que ocurrió, ocurrió. Nadie posee el poder de reescribirlo. Las margaritas fueron pisoteadas por accidente, la tierra en la que se plantó la semilla nunca fue lo suficientemente fértil en primer lugar, y la hoja siguió su curso natural y se despidió al llegar su propio invierno.
Apreté los puños, impotente.
–¿Qué debo hacer…?
–Quédate al lado del tesoro de tu bosque. Abrázalo hasta el final, mi querido Hirsch.
Pese a que me esforcé por contenerlas, las lágrimas empezaron a aflorar.
–No quiero esto.
–Nadie quiere.
» Pero es todo lo que puedes hacer. Vuelve al hospital, al lado de Lily. Sostén su mano, acaricia sus pétalos y no dejes de repetirle lo mucho que la amas. No huyas, porque aun cuando el amor es el dolor más cruel del mundo…
» …También es el más hermoso.
» Y créeme que vale la pena luchar por él.
Tropezar es aprender pero también es por gusto!
¿A qué te refieres exactamente con que también es por gusto, @Voz_sin_vos? A veces estamos muy ciegos como para darnos cuenta de que podemos estar cometiendo el mismo error, o pensamos que esta vez no irá mal porque somos más fuertes y aprendimos de los anteriores.
Que inconscientemente tropezamos por gusto... Nos enamoramos de gente casada, cometemos los mismos errores porque nos da placer... Entre otras cosas, obviamente que no en todos los casos
100% de acuerdo contigo ~.
Muy bueno, me ha hecho reflexionar
Hola querida @Mary_hope94. Interesante reflexión, y sí, tropezamos siempre con la misma piedra, pero porque de alguna manera creemos que podemos hacer más, llegar más allá de los errores porque si tantos hemos cometido de algo debe servir esa experiencia. Creo que, antes de la hoja, el gran protagonista es en realidad el árbol. Esa hendidura es la vida y la muerte, es la esencia de todo. En ella se halla la verdadera respuesta.
Me alegra que te hiciera reflexionar, @Yahilerin :3
¡Hola, @ItsMiguelRojas! Siempre es un placer verte por aquí. Pienso igual que tú, tendemos a pensar que hemos mejorado después de tantos errores, pero muchas veces no es así. También me ha encantado tu interpretación del protagonista <3.