- ¡No seas tan grosero conmigo, mírame cuando me hables!
Hizo un swing con el cuchillo y me cortó la mano con la que cubrí mi cara por reflejo. Me veo la mano, completamente roja, me arde. Levanto la mirada asustado y veo el rostro excitado de mi tía: los ojos bien abiertos, sonrisa tétrica... estaba agitada y sostenía el cuchillo por encima de su cabeza, mirándome.
- ¿Papá? ¡Papá, papá! ¡Me quiere matar!
Mi padre escuchó y se levantó de un brinco, tomando lo primero que encontró para defenderme. Desafortunadamente para ella, fue una sierra eléctrica lo que encontró, la puso en marcha en un segundo, dando un salto llegó a ella y le pasó la sierra por la cintura, salpicando más sangre cada vez, reduciéndola a dos mitades tendidas en el suelo.
Al día siguiente del incidente, nos enteramos que mi primo Juan, el hijo de mi tía, se había colgado en su habitación por “problemas familiares” un día antes de la visita.

O_O tu historia me ha dejado sin palabras xD. Tengo mucha curiosidad