La vi marchar, corriendo bajo la lluvia, huyendo del monstruo en que me había convertido. Pese a todo, no podía culparla pero no podía permitir que se fuera, no podía perderla. La hize daño una vez y la perdí, ahora sigo haciéndolo por segunda, por cuarta, por quinta vez . . . pero no me importa, no dejaré que se aleje de mí. He cometido muchos errores, sé que no soy el más...