La vi marchar, corriendo bajo la lluvia, huyendo del monstruo en que me había convertido.
Yo confiaba mucho en ella, sino nunca la hubiese elegido como mi mano derecha en el laboratorio, además de ser mi hermana, era una excelente colega, pero siempre le falto un poco de frialdad en su mente para llevar al máximo la profesión....