¿Pero qué fueron de los posados semanales de Minnie Mouse, de las lanas arborescentes de Selva Negra, del bolso de Imdancito, de los besos cautivos de Profe_Guapa, de aquellos atardeceres marinos de Sandía, o del millón de amigos de Don Calvo…, y de la esencia perdida de tantos y tantas? Tal vez cambiaron de paradigma, escena o de avatar flanetario; acaso de estado físico, de país, de planeta o...