Escríbeme entera,
con rimas y abrazos,
que cada palabra conlleve un beso, de esos que me palpitan,
que me hacen sentir viva,
cuando mi alma quiere apagarse.

El secreto de un micro-relato es impactar al lector con la menor cantidad de palabras posibles.
Por ejemplo: Ben hablaba demasiado, y por eso le cortaron la lengua ¿No te impactó? Pues a Ben sí...

Como todos los cuentos, o realidad, este comienza así.
Había una vez, un pueblito lejano rodeado de verdes y hermosas serranías. Allí una niña y un niño soñaban con un futuro lejano pero brillante.
Pasó el tiempo y ella guardaba en su mano un diploma, poco después él recibió el suyo. Y tomados de la mano emprendieron el camino, un camino luminoso y lleno de...

—Aminore la marcha, o nos estrellaremos.

—Me gustan las estrellas.

Y así pasan los días, rápidos y a veces lentos
se que contar, más no deseo dejarlo salir
se mueve veloz, cada vez que lo diviso
un sol con luz negra, deja ver la rosa marchita
más no muere, se queda estancada
en un medio entre la vida y la muerte
el conflicto se vuelve mayor e intenso
dejo salir aquel pequeño pájaro encerrado
ansioso por encontrar la oscuridad liberada
me alcanza y...

Las nubes se arremolinaban fuera y el viento producía un canto fantasmal al pasar por la buhardilla. La luz parpadeante y cálida de las velas se proyectaba por las tablas de madera que cubrían el suelo y las suaves paredes, creando figuras encantadoras cuando se topaban con las estanterias. El frío de la noche no lograba romper la...

Su mirada me impactó de lleno. Nunca había caído en la cuenta de cuanta tristeza había en sus ojos.

—¿Sí que estás acabada eh? —dije con un tono algo burlón, quería quitarle seriedad a las situación, aunque claramente había fallado.
Sus ojos se posaron en los míos y pareció como si me estuviera examinando. Sus ojos de un hermoso color pardo ahora se veían apagados, toda la vida que habían...

Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: el derecho a instruirlas.
Ralph Waldo Emerson

Día uno: Batalla

Ahí estaba yo, en medio del campo de batalla, a pesar de que mis compañeros caían uno a uno a mi lado y ese sentimiento de impotencia crecía con cada gota de angustia y agonía, mi orgullo y el de mis compañeros me exhortaba a continuar luchando, aun sabiendo que caminaba hacia mi propia muerte. Pero es el deber de un hombre vivir y morir con el orgullo en alto. Cuando ya no...

Yo le propongo a usted un contrato, en el cual yo le ofrezco mi corazón y mi alma para que haga uso de ellos a como le plazca, pero a cambio yo quiero un poquito de su amor, de su cariño y aprecio, ya que con tan solo un poco de su amor me basta para una vida llena de felicidad, me basta para saber que se siente tocar el cielo.

Que la espada de Damocles caiga sobre todos aquellos que carecen de la fuerza y valentía para enfrentarse a sus demonios internos.

A veces pasa que ves a alguien, como yo te vi, y te la imaginas, como te imaginé, en todas sus facetas y virtudes. Te ves caminando con ella de la mano bajo el anaranjado atardecer de una playa del sur de Cádiz. Unes tus sueños a su cuerpo, a sus ojos, a su mirada, a su risa y a su sonrisa. Todo eso sin haberla conocido, suficiente con una simple e inocente mirada. Y, para...