Recuerdo cuando miraba las estrellas cada noche antes de ir a dormir. Inocente. Recuerdo el sonido de sus pasos al acercarse a mí. Lo último que vi antes de ir al quirófano, fueron sus ojos azules, líquidos, tristes.
Hay cosas que no puedes detener, conocer a las personas, por ejemplo, siempre es inevitable. Somos dueños de nuestras decisiones, podemos decidir qué tanto...