Muchos dicen que al recordar no haces más que ir atrás.
Pero bien, ¿Quien vive si no recuerda lo que vivió? Digo, las cosas buenas que te llenan el alma y las cosas malas que te enseñan.
En mi caso me gusta recordar que fui un niño diferente, pues sí, que me gustaban jugar a los carritos, correr y caerme con todo lo que tuviera un milímetro de filo que desborde mi equilibro y me raspe...