Quimera balbuceante,
que abrazas todo cuanto puedes,
dime porque en todos tus andares,
no has alcanzado mis favores.
Vives en mi pecho escondida al mundo,
vives en mi alma alimentándote de mi,
mientras yo, gemebundo
perezco lento, en mi necesidad de ti.
Destino injusto e inflexible,
destronas todo altar levantado en su honor,
ya no hay mas mejillas rosadas con rubor,
solo una...